El yacimiento sufre un claro abandono desde hace ya muchos años. La carretera que permite llegar hasta allí a los potenciales visitantes está en malísimas condiciones.
El último tramo es un camino de tierra apenas apto para automóviles; el aparcamiento es un mero claro abierto en la maleza que de aparcamiento sólo tiene el nombre (que puede leerse sobre un cartel de madera viejo y descolorido por el tiempo); no existe vallado del perímetro del conjunto de las ruinas; la escasa señalización existente está afectada por las inclemencias del tiempo o tirada entre la maleza;las ruinas y cimientos de edificios están invadidos por las malas hierbas; apenas están consolidados los restos, que sufren el deterioro de los agentes erosivos.
Nos encontramos ante un conjunto arqueológico con muchas potencialidades pero mal aprovechado. Las prospeccxiones geotérmicas que se han realizado últimamente han revelado un rico trazado urbano: se ha podido determinar la posible situación del foro con el arranque de varias calles, así como la situación de algunas tabernae. Asimismo, los cimientos de un templo o basílica de cinco naves da cuenta de la importancia demográfica de la ciudad. Por algunas fuentes epigráficas podemos saber de la posible existencia de un teatro y un anfiteatro. Todos estos indicios señalan la existencia de una gran y populosa ciudad que, como un iceberg, sólo nos ha mostrado hasta ahora una mínima superficie de su extensión real. Ante tal abandono, las facilidades para expoliar el yacimiento son evidentes. |